b) El nuevo enfoque sobre la metáfora, según George Lakoff y Mark Johnson
El nuevo enfoque cambia totalmente la idea de metáfora que se tenía en los tiempos anteriores, la obra de lakoff y johson.
Para los que no estén muy familiarizados con la obra de Lakoff y Johnson, expondré brevemente algunos de sus argumentos. Nosotros podemos ofrecer numerosos ejemplos lingüísticos en los que se utilizan palabras y expresiones basadas en el siguiente concepto: el amor es un viaje. Podemos citar algunos de estos "Llegaron a una encrucijada en su relación como pareja"; "Tenemos que ir más lento, vamos demasiado rápido"; "Su relación dio un mal giro"; "Su matrimonio naufragó". Frente a la tradición literaria que privilegiaba las metáforas poéticas, lo que sobre todo interesa a Lakoff y Johnson, son expresiones tan comunes como "perder el tiempo". Expresiones como esas son reflejo de conceptos metafóricos sistemáticos que estructuran nuestras acciones y nuestros pensamientos.
Están "vivos" en un sentido más fundamental: son metáforas en las que vivimos. El hecho de que estén fijadas convencionalmente al léxico de nuestra lengua no las hace menos vivas (Lakoff y Johnson; 1998: 95).
La idea central de la propuesta de Lakoff y Johnson es que la metáfora, más allá de ser un aspecto formal del lenguaje, nos permite estructurar conceptos a partir de otros. La forma en que realizamos este proceso depende de nuestra experiencia directa en el mundo, a través de nuestro cuerpo. En Metáforas de la vida cotidiana Lakoff y Johnson presentan tres tipos distintos de estructuras conceptuales metafóricas:
1. Metáforas estructurales: en las que una actividad o una experiencia se estructura en términos
de otra.
Por ejemplo, UNA DISCUSIÓN ES UNA GUERRA, Esta metáfora conceptual, le
sirve a Lakoff para ver una de las características básicas de las metáforas del
lenguaje cotidiano: el hecho de que son imprescindibles para entender
determinados fenómenos. La discusión, en nuestra cultura, no podemos entenderla
sino como una batalla entre dos personas, no una batalla física pero sí verbal,
donde uno de los bandos tiene que ganar y el otro tiene que perder. Si
tratáramos de imaginar una discusión de otro modo, por ejemplo, como una
coreografía donde los dos bandos intercambian ideas sin necesidad de vencerse
mutuamente, cualquiera podría decirnos que "eso no es una discusión"
sino otra cosa.
La imprescindibilidad de la metáfora para pensar ciertos fenómenos nos muestra que ella "no está meramente en las palabras que usamos: está en nuestro concepto mismo de lo que es una discusión" (Lakoff y Turner, 1998, pag 42).
Otro amplio ámbito de metaforización se refiere a la vida. Por un lado,
La vida es un viaje, metáfora que encontramos constantemente tanto en textos
como en el cine y otros discursos visuales. Por el otro, tres metáforas
relacionadas que se refieren a la vida, el nacimiento y la muerte.
Se puede perder el hilo; las ideas pueden estar mal hilvanadas o
deshilvanadas, al hilo de lo que iba diciendo; puede faltar un hilo argumental
o conductor; un argumento puede ser ensortijado, el discurso tiene un nudo y un desenlace; se atan cabos, se pega la
hebra; se hila muy fino, etc. Lakoff y Johnson sostienen que la metáfora
impregna en la vida cotidiana, no solo en el pensamiento, sino también en la
acción, la forma en como actuamos antes estos conceptos. Nuestro sistema
conceptual, que dirige lo que pensamos y actuamos, es primordial de naturaleza
metafórica. Asimismo, nuestros conceptos estructuran lo que intuimos, cómo nos
movemos en el mundo, la manera en que nos relacionamos con otras personas. A
este tipo de metáforas se les denomina estructurales. Si bien es cierto que
nuestro sistema conceptual dirige nuestra acción, esto no es consciente
normalmente, pues pensamos y actuamos más o menos automáticamente de acuerdo
con ciertas pautas. La metáfora no es solamente una cuestión del lenguaje, es
decir, de palabras meramente. Por el contrario, los procesos del pensamiento
humano son en gran medida metafóricos. Por ello, se afirma que el sistema
conceptual humano está estructurado y se define de una manera metafórica.
2. Metáforas orientacionales: Preparan un sistema global de conceptos con relación a otro sistema.
La mayoría de ellas tienen que ver con la orientación espacial y nacen
de nuestra constitución física. Las principales son ARRIBA/ABAJO, DENTRO/FUERA,
DELANTE /DETRAS, PROFUNDO/ SUPERFICIAL, CENTRAL/PERIFÉRICO. Por ejemplo, LO
BUENO ES ARRIBA, LO MALO ES ABAJO: estatus alto, estatus bajo; las cosas van
hacia arriba, vamos cuesta abajo; alta calidad, baja calidad; Su Alteza Real; LA
VIRTUD ES ARRIBA, EL VICIO ES ABAJO: alguien tiene pensamientos elevados o
rastreros, si se deja arrastrar por las más bajas pasiones, cae muy bajo o en
el abismo del vicio; los bajos fondos; bajeza moral. FELIZ es ARRIBA, TRISTE es
ABAJO: me levantó el ánimo; tuve un bajón, estoy hundido, sentirse bajo; caer
en una depresión, etc.
Las metáforas orientaciones son sistemáticas. Esto quiere decir que el
dominio fuente tiene una relativa uniformidad en todas sus manifestaciones
culturales y establece una comprensión coherente de diversos fenómenos.
Un caso de sistema incoherente sería uno en el que, por ejemplo, "Me siento alto" significara "Me siento feliz", pero "Se me levantó la moral" significara "Me siento más triste". (Lakoff y Johnson, 1998, pag 55)
Además, las metáforas orientaciones poseen una organización global. Así,
Feliz es arriba puede ser relacionado con diversas metáforas conceptuales que
indican que el bienestar es arriba: salud es arriba, vivo es arriba, control es
arriba, status es arriba, el poder es arriba, etc.
3. Metáforas ontológicas: Son las que se categoriza un fenómeno de forma peculiar mediante su
consideración como una entidad, una sustancia, un recipiente, una persona, etc.
Por ejemplo, LA MENTE HUMANA ES UN RECIPIENTE: No me cabe en la cabeza;
no me entra la lección; tener algo en mente; o tener la mente vacía; métete
esto en la cabeza; tener una melodía en la cabeza; estoy saturado; ser un
cabeza hueco; etc. LA MENTE ES UNA MÁQUINA: En estos casos, ver la mente como
una máquina nos permite referirnos a esos fenómenos (dominio meta),
cuantificarlos, identificar aspectos parciales y, como agrega irónicamente
Lakoff, incluso creer que los entendemos. Las metáforas ontológicas nos son
necesarias para enfrentarnos de manera racional con nuestras experiencias.
Dicen Lakoff y Johnson:
Las metáforas ontológicas como éstas son tan naturales e impregnan tanto nuestro pensamiento que normalmente se consideran descripciones directas y autoevidentes de fenómenos mentales. A la mayoría de nosotros nunca se nos ocurre pensar que son metafóricas. (Lakoff y Johnson, 1998, pag 67)
Mi cerebro no funciona hoy; Hoy, estoy un poco oxidado; Llevamos
trabajando en este problema todo el día y ahora nos estamos quedando sin vapor;
Le falta un tornillo. Las metáforas no son un fenómeno meramente lingüístico
como se consideraba en las teorías clásicas, sino que concierne a la
categorización conceptual de nuestra experiencia vital, concierne al
conocimiento, pues la función primaria de las metáforas es cognitiva y ocupan
un lugar central en nuestro sistema ordinario de pensamiento y lenguaje. Esta
manera de conceptuar la metáfora tiene una gran influencia en la forma de
enseñar este tópico a estudiantes primarios y secundarios. En primer lugar,
permite conectar la experiencia al individuo, su cosmovisión con el lenguaje,
que se expresa en forma cotidiana. Asimismo, le ayudará a reflexionar, valorar
su lengua a partir de lo que expresa. También, podrá reflexionar sobre sí mismo
y su conexión con el mundo circundante.
Por ende, la interpretación que estoy dando tipo resumen precisa el
pensar de estos dos grandes liguistas, que mediante esta obra trata explicar
que nuestro lenguaje esta sistematizada mediante estructuras metafóricas, las
cuales son los tres tipos mencionadas anteriormente.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Lakoff y Johnson (1998). Metáforas de la vida cotidiana. España: CÁTEDRA
me da asco , borralo porfavor
ResponderEliminar